En la vida puedes hacer dos cosas contrarias: tender
puentes o levantar muros. Los muros separan, dividen. Los puentes acercan.
Papa Francisco
De
pequeña me gustaba disfrutar de una fábula que quedó grabada en mi mente para
siempre, titulada El joven y el puente.
Quizás alguno de ustedes ya la habrá leído.
El joven y el puente
Cuenta
la historia sobre un joven que vivía en un poblado a la orilla de un río muy caudaloso. El joven era muy
emprendedor, y desde muy pequeño tenía un sueño: cruzar al otro lado del río.
Estaba convencido de que en la otra orilla, encontraría algo fascinante. Sin
embargo, a la altura de aquel poblado el río era más salvaje que en cualquier
otro lugar. Entre los ancianos del pueblo corría la leyenda de que más abajo
había un lugar en el que el río era más estrecho y manso pero tomaba varios
días para llegar y, una vez allí, podría cruzarlo apenas de un salto.
El
joven estaba convencido de que no le haría falta caminar tanto para cruzar el río,
pues soñaba cada noche con un descomunal puente de piedra que unía las dos
orillas. Un día se levantó y comenzó a
construir un puente de piedra sobre aquellas aguas. Los días pasaban y el
muchacho trabajaba sin cesar en su construcción. Por las noches se dedicaba a
recoger piedras de los alrededores y al día siguiente las encajaba en su
majestuoso puente. Pero a medida que pasó el tiempo, cada vez tenía que
alejarse más del poblado para buscar piedras para cumplir su cometido.
Una
noche muy oscura, se alejó más de lo que
nadie lo había hecho jamás del poblado, tanto que se perdió. Caminó durante
horas dando vueltas hasta que, rendido, decidió echarse bajo la sombra de un
roble a descansar. A la mañana siguiente, al despertar, no podía creer lo que
veía… ¡Estaba al otro lado del río!, desde donde contempló su preciado puente,
a medio construir, y montones de piedras a su alrededor.
Así que vio la posibilidad de continuar la construcción. Pero, antes de reanudar su construcción decidió comprobar el camino por el que había llegado allí la noche anterior, y cuál fue su sorpresa estaba en aquel mágico lugar donde el río podía cruzarse con tan solo un salto. Y pudo comprobar que estaba cerca del poblado.
Así que vio la posibilidad de continuar la construcción. Pero, antes de reanudar su construcción decidió comprobar el camino por el que había llegado allí la noche anterior, y cuál fue su sorpresa estaba en aquel mágico lugar donde el río podía cruzarse con tan solo un salto. Y pudo comprobar que estaba cerca del poblado.
Por
un instante sintió lo inútil de su trabajo, se preguntó para qué quería el
puente ahora que conocía una manera sencilla para cruzar. Se sentó en la ribera
del río y observó su costosa construcción. Desde esa orilla, el puente no le
parecía tan majestuoso sino un débil puente que solo cruzaba la mitad del río.
Miró a su alrededor montones de firmes piedras. Miró al frente, medio puente sobre
el río, entonces el joven se dispuso a acabar el puente desde esa otra orilla.
Desde
entonces, en aquel poblado reciben a menudo visitas de otras partes, se
desarrolló un gran intercambio comercial y los poblanos por fin pudieron
emprender lejanos viajes, y otros,
simplemente, observan el maravilloso río desde lo alto del puente.
En muchos casos, este río salvaje y caudaloso representan nuestros miedos, pero hay algunas claves de esta fabula que podemos tomar para construir un puente que nos conduzca desde el miedo a la confianza:
1. Usa solo piedras solidas y fuertes. Como tu inventario de éxitos. Hablo de como hacer un inventario de éxitos en mi libro !Hazlo!, y si te da miedo !Hazlo con miedo!
También, tus creencias potenciadoras y afirmaciones positivas podrás utilizarlas como piedras solidas y fuertes.
2. Inicia desde tu lado. Desde tu Ser, desde tu interior. Comienza desde adentro.
3, Cruza a la otra orilla para continuar. Sal de tu zona de confort. Muévete!
4. Une las 2 partes, ambos lados del puente. Tu historia es muy importante, tus miedos, tus temores, parte desde allí para lograr tus metas, tómalos de la mano y caminen juntos. Ellos te están indicando el camino a seguir.
5. Suelta el Ego. Es el miedo que se esconde detrás de él haciéndote ver que es inútil continuar y que tus sueños no merecen la pena.
6. Cree en ti. sin importar lo que otros digan o piensen, pues nadie más podrá creer en ti sino tu mismo.
El libro !Hazlo!, y si te da miedo !Hazlo con miedo! lo he
escrito con la única finalidad de ayudarte a construir ese puente y
que a través de él logres pasar del miedo a la confianza, y subsecuentemente al
amor, pero deberás construirlo tú mismo. Por más porras que yo te diga, por más
frases que te exprese, por más deseos que yo tenga, solo TÚ puedes construirlo,
nadie más deberá creer en ti sino TÚ, y aunque dudes de tus potencialidades y
de la majestuosidad de «tu puente» deberás ver más allá, porque tu felicidad y
tu éxito están al otro lado del río, y aunque sus aguas parezcan caudalosas y
peligrosas, si lo intentas podrás contemplar la majestuosidad de tu obra.
El que quiera vencer sus límites
deberá cruzar el puente que separa el conformismo de los sueños.
Nerida Centeno
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