Dime a qué le temes y te diré
hasta dónde llegarás
Piensa en tus anhelos más profundos
y allí encontraras tus miedos
Miedos reales, miedos imaginarios, miedos que te hacen agitar el
corazón, miedos que te cortan la respiración y te hacen mirar al cielo, miedos
que te paralizan, miedos que te neutralizan. ¿Cuál es tu miedo? ¿Cómo es tu
miedo? ¿Qué sensación corporal te genera?
Hace algunos años, mi esposo Freddy y yo decidimos pasar las vacaciones
en la maravillosa Isla de Margarita en Venezuela. Esta bella “Perla del Caribe”
por su potencial turístico, acoge las más grandes y asombrosas playas y atracciones
de Venezuela. En esa oportunidad, visitamos el
famoso parque denominado “Parque El Agua” llamado así no tan solo por estar
ubicado cerca de playa “El Agua” sino también porque el elemento principal de sus fascinantes
atracciones y altos toboganes es el agua.
El parque era todo un sueño para dos aventureros como nosotros, cada una
de sus atracciones lleva el nombre de atractivos turísticos naturales del
Parque Nacional Canaima ubicado
en La Gran Sabana, Venezuela. Recuerdo claramente cuando Freddy me retó
a que me subiera a la atracción denominada “Churum Meru” llamada así porque
literalmente es una cascada de agua muy alta representada en un
tobogán de caída libre de 18 metros (60 ft) de altura.
Yo sabía como, de una manera muy disimulada, evadir ese reto. Conocía de su miedo a las
alturas, así que acepte el reto con una condición, si él lo hacía yo también lo haría. Para mi mayor
sorpresa y asombro se levantó de su sunbed (silla de playa) y dijo: - ¡vamos!
De inmediato, empecé a experimentar una fuerte presión en el estómago,
casi como un dolor, al levantarme, con una sonrisa de incredulidad, sentía como
mis piernas temblaban y mi voz se entrecortaba al preguntarle: -¿Estás seguro?.
Me pareció un trayecto muy largo hasta llegar a la cima donde estaba el
salvavidas encargado de la atracción. No sé si ese deseo casi esperanzador de que,
al llegar a la cima del tobogán, el se arrepintiera y me dijera que era una
broma, en realidad estaba ocultando mi terror, pero seguí adelante confiando en
que él no lo haría, y de esa forma me libraría de tan terrible situación.
No fue así. Lo que sentí cuando el se lanzó, casi al vacío, fue aún
peor, quería devolverme, era un sentimiento debilitante, quería llorar y a la
vez reír, mi mente estaba ofuscada y estaba temblando. Solo pensaba: - se lo he
puesto como condición y debo cumplir mi promesa-, las palabras que venían a mi
mente eran las que siempre había pronunciado a otros: Hazlo, con miedo, ¡pero hazlo! Así que me lancé al más tormentoso vacío
jamás nunca experimentado.
En mis sesiones de coaching a menudo he notado como el temor al fracaso,
al rechazo, a la desilusión y a lo desconocido, miedos que involucran
directamente la integridad del yo y tienen que ver con creencias limitantes y
estados mentales interiores, afectan la capacidad de las personas para
enfrentarse a las situaciones de la vida, cumplir sus anhelos y avanzar.
En mi libro: Hazlo! y si te da miedo, hazlo con miedo encontrarás una serie de herramientas tanto de coaching como de PNL que te permitirán ir del miedo a la confianza
Te invito a que, cada vez que sientas esas sensaciones tanto en el
cuerpo como en tu mente, te le plantes de frente a tu miedo y le agradezcas por
estar allí para enseñarte EL CAMINO.
Enciende los motores del cambio y transita los senderos que te conducirán al
éxito y a la felicidad plena.
El límite de tu felicidad y de tu
éxito
está en los miedos que evitas enfrentar.
Fuente: Hazlo! y si te da miedo, hazlo con miedo - Escrito por Nerida Centeno
Instagram: @nericenteno
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